cocinitas

Bueno nada, que os debía la prueba gráfica de que la semana pasada el espíritu de Ferran Adrià me poseyó y me puse, yo solita y sin mi chef preferido, a hacer empanadas.
Y como me quedaron bien (al menos de aspecto), luego valiente yo y sin probarlas, las bajé a casa de Karen y Julio, a la fiesta a la que nos invitaron a presentarlas en sociedad. Ala! Dice Karen que sí, que estaban muy ricas y la prueba es que "se vendieron todas". Y me da que Karen es como yo, que no miente en las cosas importantes. Je. Yo creo que es la suerte del novato.

Pues al dia siguiente me dio nostalgia de mis magdalenas y estrené la minipimer. Tenemos unos debates mi santo y yo sobre si se llama minipimer o batidora o cómo... pero yo me acuerdo de mis niñas, porque no les puedo enviar un táper de magdalenas, así como mi madre no me puede enviar uno de jureles...
Hablando de debates terminológicos y de postres y comidas ricos. Anoche, sin avisar, nos invitaron Karen y Julio al Cherry Tree Hotel, que es un sitio muy muy canchero aquí en el barrio. El tipo de lugar que, al menos yo, al tenerlo tan cerca de casa si no me llevan no voy. Todo buenísimo!! Lástima que no tenían el postre de Julio. Pero Karen les dejó bien claro que nada de hacer tonterias con la carta. Si quieren ir variando cosas que dejen el postre fijo, siempre ahí, y que vayan sacando y poniendo otras cosas... menuda!!
Eché de menos hablar un poco de astrología... pero es que Julio estaba tristón sin su postre...

No tomé foto del lemon lime bitters que me pidió Karen, pero sí de la botella de coca-cola con sabor a vainilla que vi en el Coles (un dia de éstos me echan a patadas). Quizás os hace más gracia que el lemon, que ya os lo prepararé yo. Ah! lleva angostura. ¿De qué planta se saca la angostura papa? ¿eh?