Hace dias que no escribo nada y quiero aprovechar ahora (nueve menos cuarto de la mañana del sábado, a puntito de meterme en la ducha y ponerme estupenda para ir a la galeria, quién me ha visto y quién me ve), para escribir.
Ya hace una semana que estoy sola con la jefa, Anita que la pobre tiene un nombre. Y Catherine es la assistant oficial, ´su Catherine´, como dice Anita está de vacaciones... en Buenos Aires! ja!. Y no sé si es cosa mia, que soy un poco naif y me cuesta ver las cosas al principio, pero creo que no. Creo que esta mujer hace todo lo que uno cree que debería hacer un galerista. A ver si me explico. Yo tenía muchas reticencias a trabajar en una galeria. Vengo de bcn, con su Consell de Cent y todo el esnobismo que se respira allí, donde cuando entras en una galeria la gente hace todo el esfuerzo posible por ignorarte y el aire es pesado... no sé por qué, pero el caso es que yo tenía muy mala imagen de las galerias de arte. Y para colmo (ésto es lo que pensaba cuando era joven y jipi) comercializan con obras de arte, les ponen precio!!! deciden quién se cotiza y quién no, o dicho de otra forma, quién es un artista y quién no... pero quién se han pensado que son estos galerista!!! vulgares!, banales!!. (Ésta era yo antes de conocer a Anita y Catherine).
De verdad, aún a riesgo de sonar infantil. Anita ´quiere´ a sus artistas. Se sabe la vida y milagros de cada uno de ellos. Hasta aquí bien, es su trabajo diréis.
Pero donde yo alucino es cuando la gente entra en la galeria: saben cómo acercarse a ellos de manera sutil, diciéndoles sin palabras ´estoy aquí por si quieres comentar algo que te interese, por si quieres saber más de algo que te llame la atención, por si tienes preguntas´. Y hay gente que entra con ganas de comprar, otros con ganas de hablar, otros solo con ganas de mirar pero que no les interrumpan... y estas mujeres tienen una psicología que para sí quisieran muchos doctores de cabecera en españa, por decir un sitio. Así, con el tiempo y mucho trabajo, ha conseguido todo un grupo de clientes fijos, personas que sabían poco o nada de arte, pero a los que les interesaba invertir en ello, y Anita les fue ´guiando´, ´enseñando´ cómo saber qué es interesante y qué no. Y sobre todo a ver qué les gusta a ellos, porque en arte contemporáneo es muy difícil, si no tienes formación, entender qué te gusta y qué no. Y después saber si vale la pena invertir en ello, y cómo hacerlo cuando el artista aún no es súper famoso (y sus precios son todavía asequibles)...
Estas personas, una vez han aprendido, ya no necesitan tanto asesoramiento como al principio, pero se convierten en clientes fijos, fieles a la galeria que les ayudó a empezar. Es lógico, no? Más aún cuando con el tiempo ven que lo que compraron sube y sube de valor...
En fin, que lo que quiero decir también es que me han hecho sentir parte del equipo desde el primer dia. Para la cosa más pequeña -y también para las importantes- me preguntan mi opinión, me llaman cuando están hablando de cosas que afectan al trabajo de las dos (o las tres), me dan trabajos tontos y trabajos súper importantes. Me dan la oportunidad de hacer DE TODO y así estoy aprendiendo cómo funciona todo... Anita me da dos besos cada dia cuando entro y otros dos cuando me voy. Sigo? mejor no.
El jueves entró en la galeria una señora y nos dijo que ya sabía que era una situación un poco estraña, pero que vendía patatas. Que venía de nosequé granja y que eran súper naturales, orgánicas y no sé cuántas cosas más... Anita compró cinco quilos y yo dos y medio... lo mismito que debe pasar en consell de cent todos los dias, verdad?